Olivia Austin y Leya una vez más son reales y esta vez comparten una gran química como se ve en la intensidad del juego anal. Sexualmente es sucio ya que la cámara obtiene toda la acción con tomas cercanas de sus cuerpos, la flexibilidad de sus cuerpos y el sonido de sus gemidos. Realmente se puede describir como una experiencia erótica que tiene la capacidad de recuperar el aliento.