Mi esposa Jamie Applegate tuvo un turno para provocarme la polla y luego se la folló, turnándose para montarme. Luego comencé a sentir las vergas, con ella cabalgando arriba, hasta que pudo chuparme la polla. Un verdadero sueño de cornudo. Me sorprendió gratamente lo perfecto que me hizo mi ama de casa.