En Aries, una policía cuya apariencia por sí sola puede causar una experiencia lujuriosa ardiente, atrae a sus compañeros oficiales a una sesión de besos. Mueve esas extremidades para imitar el acto que impulsa el fuego en los deseos de los dos. Esto lleva a la ruptura de inhibiciones dentro del grupo, culminando en un drástico encuentro apasionado y rápido.