Cuando la madrastra pilla a su padrastro y a su hijastra disfrutando un poco demasiado de sus disfraces de Halloween, la película se pone caliente y tabú. Los videos caseros son apasionados, lascivos, sin guion y llenos de sonidos orgásmicos reales. Mirando hacia atrás, uno recordaría unas vacaciones salvajes; un encuentro sexual navideño.