Hermano y hermana que en realidad son hermanastros representan una escena ilegal con la hermanastra en el hermanastro dominante. Se implica que ella satisface voluntariamente sus deseos, lo que lleva a una relación sexual. En muchos aspectos, los personajes principales subvierten territorios que borran las claras divisiones entre el juego y la realidad, el placer y el trabajo, individual y colectivo: definitivamente realizan sus deseos.