Cuando una repartidora la visita, queda atada en una relación con un macho alfa controlador cargado de hombres. Su boca está grabada y su garganta apretada, sus gritos y gemidos de placer llenan la habitación mientras él la folla sin piedad. Estos son los viajes fetichistas y BDSM más oscuros y extraños de todos los tiempos.