La chica adolescente rusa Samanta Grom tuvo sus primeras escenas de masaje lésbico en su nueva película más reciente. Un masajista talentoso comienza a frotarla por todas partes, prestando especial atención a sus pequeñas tetas, su coño y sus pies. El tacto se vuelve ahora sensual que culmina en satisfacer al individuo a través de un orgasmo.