Una de las amigas que tengo es una hermanastra que un día decidió que le gustaría invitar a unas amigas a pasar a una noche de diversión, principalmente de fiesta, pero por miedo a perder la confianza de mis padres, tuvo que obligarme a ser su guardián secreto. Se tragaría cada gota y después de dar una cogida vigorosa, el hombre le roció todo en la cara.