En plena noche, un ladrón pequeño fue pillado con las manos en la tienda de conveniencia local.El dueño de la tienda, un fornido hombre con un miembro masivo, estaba furioso.Trajeó al ladrón a su oficina, donde pretendía enseñarle una lección.El ladrón, con sus impresionantes miradas y sus tentadores activos, se encontró a merced del agresivo hombre.A pesar de sus súplicas, la obligó a arrodillarse, revelando su deseo por su gruesa polla.El hombre, sin impresionarse por su resistencia inicial, continuó afirmando su dominio.Empujó su apretado y estrecho coño, dejándola respirando jadeante.Las demandas lujuriosas del hombre se encontraron con una mezcla de miedo y deseo, lo que llevó a un encuentro salvaje e intenso.La ladrón pequeña pronto se encontró rindiéndose a cada comando de los hombres, su cuerpo sucumbiéndose al placer y el dolor infligido a ella.