Lo que comienza como un dilema de una inquilina que no puede pagar su alquiler la lleva a los brazos de su casero. Su ropa se quita de manera provocativa y luego comienza lujuriosamente a jugarle el guión de una película para adultos sexual. Los dos comparten mucho calor en pantalla, lo que culmina en desatar la pasión y participar en un encuentro erótico y casero.