Una joven decide confiar con su padrastro y el incidente lleva a una escena sexy. Ella ni siquiera es su hija, pero el ministro aún no puede detenerse. La acción gráfica en primera persona ocurre aquí con sexualidad oral, estilo perrito y azotes. Literalmente es una fantasía tabú hecha realidad o un sueño que ha sido prohibido de cumplir.