La prometedora Hannah Hays, de cara fresca y sensual, recibe instrucciones de su amante más experimentado con la ayuda de quien se sumerge en el tema del deepthroat. Aunque muestra algo de nerviosismo al comienzo de la escena, acepta ferozmente la lección implacable dada, tosiendo, atragantándose e incluso llorando hasta las lágrimas.