La nueva sirvienta junto con mis pecados ocultos sigue avergonzándome. La aprobación de la idea por parte de mamá es bastante imprevista, lo que lleva a una sesión caliente. Sigue la obsesión y la pura lujuria. La relación de amor sublime y extática entre la madrastra y la hijastra ocurre, donde no existen prohibiciones ni tabúes.